¡Hola, amigos!
Contar entre nuestros autores con Sandra Rojas es un placer enorme, ya que combina la experiencia, el compromiso, la disciplina… con una ilusión desbordante.
Nos ha llevado a un mundo de aventuras gracias a su nuevo libro y, como aún no podemos desvelar nada sobre él, os dejamos esta entrevista para que la conozcáis más. Y sí, también encontraréis alguna pincelada sobre su próxima novela.

¿Cuánto de ti has dejado en esta obra y sus personajes?
Pienso que los escritores somos como los vinos: a más años, mejores. Yo misma he visto mi evolución desde que empecé a escribir cuando tenía nueve años, y es normal que en los primeros momentos tiendas a reflejar aspectos de tu personalidad para que el público te identifique.
En mi caso, creo que cada vez me estoy alejando más de esa corriente y procuro ser lo más imparcial posible. En los personajes sigue habiendo ciertos aspectos que se pueden atribuir a mi personalidad, pero ya no son tan notorios.
Esta obra supuso una salida de mi zona de confort: me gusta introducirme en géneros nuevos y empaparme de lecturas que se alejen de lo que estoy habituada para seguir creciendo como escritora.
Eso sí: mis ganas y la pasión que pongo a este hobby tan maravilloso se reflejan en todas y cada una de las palabras que conforman esta novela.
¿Dirías que eres la misma persona antes y después de escribirla?
Este libro me ha servido para seguir dando rienda a mi imaginación, y sobre todo, explorar un género que me gusta mucho, pero con el que nunca me había animado. Es cierto que la mayoría de los escritores tenemos nuestra «etiqueta de género», pero yo quiero ir un poco más allá y no quedarme en uno, a pesar de que siento predilección por el misterio y el terror.
Con El legado perdido quiero seguir mejorando como escritora, ver hasta dónde soy capaz de llegar, y lo más importante: abarcar a un número mayor de lectores, algo que pienso que en la primera parte era más limitado.
Me ha servido, sobre todo, para darme cuenta de que, en ocasiones, damos algunas cosas por evidentes cuando realmente no lo son.
¿Cuánto tiempo te ha llevado desarrollar este libro?
Hace tanto que lo escribí que ya ni lo recuerdo… Pero si no me equivoco, se gestó entre 2010 y 2011. Con esta saga tengo una historia muy curiosa porque nunca me vino a la mente la idea de darle salida porque simplemente quería divertirme escribiéndola.
Los tiempos son lo de menos: lo importante es que el autor quede satisfecho con lo que tiene entre manos; da igual si pasa un año o cinco.
¿Ha habido algo en particular que te ha haya inspirado, o algún hecho que te llevase a escribir?
Divertirme. Mi objetivo principal siempre ha sido pasarlo bien perdiéndome entre las líneas del escrito e intentando imaginar todas y cada una de las escenas que lo componen.
Como ya he comentado, en ningún momento tenía intención de compartirlo, pero un día sentí que había llegado la hora de cumplir ese sueño que llevaba persiguiendo desde los nueve años…
Si ya es increíble tener un libro publicado, dos es una locura. Eso es ahora mismo lo que más me inspira a seguir escribiendo.
¿En qué género o subgénero lo catalogarías?
Esta vez quise hacer algo distinto, y creo que la jugada me salió bastante bien. Como fan de los escritos de Tom Clancy o James Patterson entre otros, quería aventurarme con la acción, un género que llevo leyendo desde hace muchos años y con el que tenía el gusanillo de iniciarme.
Además de acción, hay un ligero toque de misterio para que los lectores que me siguen desde hace tiempo puedan identificar un pedacito de mí.
¿Qué has pretendido resumir con el título?
Como toda saga, no es más que una continuación de lo que se quedó en el tintero con la anterior obra. El final, aunque no estaba abierto del todo, daba a entender que cierto suceso podría desencadenar problemas para los protagonistas en el futuro.
Los que hayáis leído Estatuas de Anticolat comprobasteis que todo giraba en torno a una secta religiosa que surgió en el siglo XV en Estados Unidos y que, sin hacer demasiado ruido, perpetraron cosas terroríficas e increíbles, entre ellas inventar un sistema de escritura.
Con El legado perdido no pretendo más que ir cerrando esos aspectos que no quedaron del todo claros en el tomo anterior, y seguir desarrollando la historia de los protagonistas, que tienen muchísimo que contarnos.
Pero, sobre todo, que el lector sea consciente de que los Sons of the darkness tenían tal poder, que su nivel de expansión pasó tan desapercibido, que no fue hasta el siglo XXI cuando se supo de sus hazañas.
Honestamente, ¿te resultó difícil ponerle nombre a tu obra?
Muchísimo, lo que más. Es curioso, porque los títulos casi siempre te vienen en un momento puntual mientras escribes, pero en esta ocasión no daba con la tecla. El primer título provisional fue Operación Filadelfia, pero no me convencía, y los que leyeron algunos capítulos también me confirmaron que no terminaban de verlo.
Ese nombre estuvo hasta hace unos meses, hasta que me vino el que lleva ahora mientras charlaba con un amigo por el teléfono. Aclarar que hay un videojuego de la saga Uncharted que se titula El legado perdido; y no, no guardan relación, aunque soy una gran fanática de las aventuras de Nathan Drake.
Algunos escritores parten con un borrador de la historia, de principio a fin, sabiendo dónde empieza y dónde debe terminar la trama. ¿Es tu caso?
Como buena escritora mapa, desde el primer momento tenía muy clara la idea general y la fui desarrollando conforme iba escribiendo sin perder el hilo conductor.
Eso sí, con el paso del tiempo he ido añadiendo algunos aspectos que considero que hacían más interesantes el libro, sobre todo en el segundo tramo. Si hay algo de lo que me siento orgullosa es que soy muy fiel a mis ideas y de ahí no me muevo.
¿Consideras que han surgido subnudos inesperados a tus personajes?
Lo cierto es que siempre tuve muy claro por dónde tenía que ir la historia, pero no puedo negar que conforme se iba desarrollando se me vinieron a la mente ideas que le aportaban frescura y un matiz de interés para mantener al lector en constante alerta por saber qué ocurre a continuación.
Todas las situaciones presentadas estaban ya previstas de antemano, aunque mi mente le ha ido aportando toques para salirse un poco de lo que era la idea principal.
Aun teniendo en cuenta el sentido literario y ficticio del libro, ¿existe algún mensaje que hayas querido plasmar?
Ya he comentado que mi objetivo principal es entretener, pero en el fondo también quiero dejar un mensaje que va en relación con lo que respondí en una de las primeras preguntas: no hay que dar nada por sentado; las sorpresas están al alcance de la mano.
¿Resaltas la vivencia de algún personaje por la cercanía que pueda despertar en el público?
La vida en sí es una aventura, y eso creo que lo encarna a la perfección el personaje de Lucy Norton, una mujer dicharachera, atrevida, a la que le gusta por encima de todo ponerse a prueba y el vivir experiencias únicas.
Es cierto que, aunque este libro sea ficción pura y dura, hay ciertos aspectos identificables en el día a día: problemas en el trabajo, dificultades económicas, personales… En toda la ficción siempre hay una pizca de realidad.
¿Cuál es el contexto de la trama en cuanto a lugar y tiempo? ¿Te has basado en descripciones y ubicaciones reales?
La acción transcurre en el año 2004, casi un año después de los sucesos de Dark Island, que dejó importantes secuelas psicológicas en los protagonistas. De nuevo se ven envueltos en una lucha por la supervivencia ante una amenaza emergente que sigue poniéndolos contra las cuerdas desde la distancia.
Hay dos localizaciones que destacan por encima de todas: Nueva York, donde vive Jack Taylor; y Boston, donde reside Lucy Norton, pero también tienen mucha importancia Filadelfia, Chicago y el Amazonas.
Cuando empecé a escribir no le daba demasiada importancia a las ubicaciones y descripciones reales, pero eso ha cambiado con el tiempo y ahora busco precisamente lo contrario: utilizar calles, edificios y parques que puedan localizarse en la red sin dificultades. En esta obra encontraréis muchos.
¿Destacarías alguna corriente u obra literaria por haber influido en tu estilo?
Aquí me he dejado llevar sobre todo por Tom Clancy, un autor al que admiro mucho. Siempre me ha interesado todo lo relativo al ejército, policía o FBI, y Clancy es el maestro en ese sentido.
¿Qué sensaciones buscas despertar en aquellos que se asomen a tus páginas?
Lo que quiero es que la gente se entretenga, que les inspire y les haga descubrir este mundo que he creado y del que me siento tan orgullosa. Los comentarios que me va haciendo la gente mientras lee o las reseñas cuando terminan es la sensación más gratificante que se puede tener.
¿Qué te gustaría que dijese el público tras leer tu libro?
«No tardes mucho en sacar la continuación». Tranquilos, que ya está todo terminado, hasta el final.
Eso sí. Hay que tener los pies en el suelo porque ningún escritor es mejor que otro. Por supuesto, tampoco vas a gustarle a todo el mundo, y hay que ser muy consciente de esa realidad, pero tampoco debe ser motivo de frustración. Vamos evolucionando y mejorando con el paso de los años.
¡Gran entrevista! Enhorabuena Sandra 🤗